Hoy como todos los días desperté pensando en tí.
Te extraño mucho, así que suelo cerrar los ojos para recordar tu cara, tus manos...
Ya ha pasado un año desde tu partida, tu muerte mi amor, me ha dejado un profundo vacío, un hueco que seguramente dejaste para que nunca te olvide.... pero no te preocupes, mi alma y la tuya estarán unidas por siempre, y es que cada vez que miro el cielo, siento tu presencia y sé que me escuchas y me das aliento para seguir adelante.
Es así Marcos como he podido sobrevivir este año pasado, creyendo que mi felicidad es tú felicidad. La angustia va siendo menos conforme el tiempo se lleva los días, las semanas, los meses....
Nunca sospeché lo fuerte que podría ser, ni tampoco con cuanto ímpetu seguiría luchando día a día ante la peor tragedia de mi vida.
Quiero que te sientas orgulloso de mí, tener una madre fuerte, como eras tú, y tengo la esperanza que después de esta vida existe algo más para finalmente estar juntos, mientras tanto acompañamé siempre y dame la fortaleza necesaria para seguir luchando. Siempre te llevaré muy cerca de mi corazón para que nunca olvides cuanto TE QUIERO
y donde quiera que estés aguarda mi llegada porque estoy segura que algún día podremos volver a encontrarnos.
Juntos por siempre. mamá.