7 de febrero de 2014

Poemas gemelos a una niña muerta.


Cyrina

I

La muerte la dobló sobre las rosas.
Una lumbre de luna mitigada en la niebla
cayó toda la noche sobre el túmulo
de rosas ahuecado para la niña muerta.

El pelo suelto y húmedo
del último sudor, la cabellera
que nadie peinaba ya más nunca,
caía con las flores y las hojas revuelta...

En los ojos abiertos y asombrados
se le cuajaban dos estrellas negras.

II

Por la ventana abierta entraba el sol
y el olor de los campos sobre la niña muerta.
La caja tapizada parecía
un estuche de esencia.

Allá dentro la masa de cabellos
aplastaba las margaritas frescas.

Murió de madrugada y era dulce
como todas las niñas...

El olor del campo
se mezclaba al de la cera
derretida; sobre el cristal zumbaba
obstinada una abeja...

En los ojos abiertos bajo el vidrio

le cabía la Muerte... ¡Toda entera!...
 Dulce María Loynaz

3 de febrero de 2014

valía la pena vivir y reventar.


 Poética  (1974)      Félix Grande.

Tal como van las cosas tal como va la herida
puede venir el fin desde cualquier lugar.
Pero caeré diciendo que era buena la vida
y que valía la pena vivir y reventar.

Puedo morir de insomnio de angustia o de terror
o de cirrosis o de soledad o de pena
pero hasta el mismo fin resistirá el fervor
me moriré diciendo que la vida era buena.

Puedo quedar sin casa sin gente sin visita
descalzo y sin mendrugo ni nada en mi alhacena
sospecho que mi vida será así y ya está escrita
pero caeré diciendo que la vida era buena.

Pueden matarme el asco la vergüenza o el tedio
o la venal tortura o una bomba homicida.
Ni este mundo ni yo tenemos ya remedio
pero caeré diciendo que era buena la vida.

Tal como están las cosas mi corazón se llena
de puertas que se cierran con sigilo y temor
pero caeré diciendo que la vida era buena

La adoro con cansancio con horror con amor.