Desde mi nueva situación laboral soy mucho más observador y saboreador-solidario de las realidades de mis semejantes, si cabe.
No podéis imaginaros la de "seres" que solo existen-viven por la mañana, mientras el resto, la población en activo, llenáis minutos y horas salvando el mundo: pre-jubilados paseantes (con periódico en mano), ancianos no dependientes, ancianos dependientes postrados en sillas de ruedas empujadas por amazónicas cuidadoras, centros de salud atestados de achaques y años, sabéis ?
la paraplejia, la parálisis cerebral y el síndrome de Down profundo también pasea, toma el fresco y disfruta de las tranquilas mañanas soleadas de abril, en jardines silenciosos, anestesiados en nostalgia y con olor a subsidio salva conciencias.
Hasta que no salgáis de "trabajar" el paraíso seguirá existiendo:
Bebés y pre-escolares atendidos por chachas (ahora nanis) que siguen disfrutando del aire, el sol y los columpios, el paseo, el juego en libertad, la comida doméstica, la siesta en su propia cuna lejos del cautiverio de las maratonianas jornadas de guardería y los barrotes del parvulario...
Ahora atraviesa la calle un furgón mortuorio, sin séquito, descansen en paz.
No podéis imaginaros la de "seres" que solo existen-viven por la mañana, mientras el resto, la población en activo, llenáis minutos y horas salvando el mundo: pre-jubilados paseantes (con periódico en mano), ancianos no dependientes, ancianos dependientes postrados en sillas de ruedas empujadas por amazónicas cuidadoras, centros de salud atestados de achaques y años, sabéis ?
la paraplejia, la parálisis cerebral y el síndrome de Down profundo también pasea, toma el fresco y disfruta de las tranquilas mañanas soleadas de abril, en jardines silenciosos, anestesiados en nostalgia y con olor a subsidio salva conciencias.
Hasta que no salgáis de "trabajar" el paraíso seguirá existiendo:
Bebés y pre-escolares atendidos por chachas (ahora nanis) que siguen disfrutando del aire, el sol y los columpios, el paseo, el juego en libertad, la comida doméstica, la siesta en su propia cuna lejos del cautiverio de las maratonianas jornadas de guardería y los barrotes del parvulario...
Ahora atraviesa la calle un furgón mortuorio, sin séquito, descansen en paz.
PD.: bajo un recóndito pasadizo de la M-30, un grafitero ha dejado plasmada su frase:
"Hoy es un buen día para ser feliz"
- que así sea.
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