30 de julio de 2012

No la llaméis que no viene.

a veces depositar-sembar un texto en nuestro blog me da una extraña sensación de "punto y final" por el contenido y rotundidad del mismo, hoy traemos un parrafo de María Zambrano de su "De la Aurora", disfrutemos meditando...

 No viene, Ella, si se la llama. ¿Tiene que venir acaso? Como la verdad con la que se funde si se la deja, la muerte no obedece a la voluntad.


No viene la muerte si se la llama. Y aun podríamos sospechar que quien –hace- la muerte para sí llegue a morir de hecho, que sea un hecho su muerte o a lo más, un –suceso- que a él, el que al fin lo logró le exija estar vivo, y que haya de tejer esta necesidad de vivir, estando sin cuerpo, en un darse él la muerte en un tiempo sin sujeto. Y que sólo tal como en el estado que creyó abandonar, sólo una memoria enamorada pueda guiarle; una memoria donde el tiempo lejos de fluir extasíe. Un éxtasis de la memoria doloroso y gozoso, al par pues que en él se reconoce el que quiso huir de sí, salir de sí dándose por acabado, -ejecutándose- sin extinguirse, llama forzada a seguir ardiendo. Y se diría que ha salido de la vida de ésta, mas sin alcanzar la muerte.

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