La Paz de los Muertos.
El Cementerio tiene una paz de tristeza,
que te desnuda el alma de vilezas
y da pacífica serenidad y da grandeza
a estos seres que duermen en tinieblas.
Los muertos en este camposanto
donde todo es soledad todo suena a llanto;
mientras que la ciudad corre como loca
a buscar un nuevo prematuro,
en la paz de los muertos
no existe el futuro.
También llega al cementerio nuestro esfuerzo
como un eco que se escucha allá lejano
allí encontramos piedras grandes y soberbias
como somos nosotros sepulcros blanqueados.
Es una enseñanza que debemos saber
allí no existe el odio ni el desprecio
ya todo pasó todo está seco.
Nosotros seguimos la carrera
de una acción sin límites desenfrenada
¡oh cuánto bien se acaba en un solo día!
¡oh cuántas esperanzas lleva el viento!
seguido de una desagradable polvareda.
Sin embargo los muertos están ahí
las caretas han caído por tierra
ahora todos en fila y en tinieblas
descansan ya esos cuerpos fríos
dejando existir sobre la tierra.
Polvo y ceniza es todo nuestro ajuar
títulos, riquezas y honores
nada se respeta; todo pasa igual
Autoría: Basilia López Azañón.
Guadalajara. (aulas de tercera edad 1979)
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