Ella, cristalizando en sus ojos toda su femenina y emocionada ternura, le confesó que era voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer.
El, enmudecido, se enamoró un poco más, no pudo contenerse y beso todas sus lágrimas, una a una.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario