- De mi putrefacto cadáver brotarán las flores, y yo estaré en ellas, la Eternidad.
* Veo a todas las personas detrás de sus máscaras, rostros sonrientes, tranquilos, pálidos cadáveres que corren inquietos por un sinuoso camino cuyo final es la tumba.
- Al contrario, cuando pinto la enfermedad y la desgracia supone un sano desahogo. Es una reacción saludable de la que se puede aprender y según la cual se puede vivir.
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