9 de noviembre de 2009
Arias Barrocas
Antonio Vivaldi, Venecia, pl. San Marcos, tarde de concierto en el Auditorio...
Ho il cor già lacero
Tengo ya el corazón desgarrado por mil congojas,
juntas conspiran todas en mi contra,
quisiera esconderme, huir quisiera,
los rayos del cielo me hacen temblar.
Me vuelvo rígido al golpe atroz,
no tengo más lágrimas, no tengo más voz,
no puedo llorar, no soy capaz de hablar.
Gelito in ogni vena
Gélida por mis venascorrer siento la sangre,
la sombra de mi hijo exangüe
me colma de terror.
Y para mayor pena mía,
creo que fuí cruel
con un alma inocente,
con el corazón de mi corazón.
Armatae face el anguibus
En la muerte, la desdicha, las masacres,
con nuestros corazones llenos de rabia,
os seguiremos: enseñadnos cómo
vengar tantos funerales injustos.
- El destino, esta vez musical, tb nos estaba esperando?
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