DESPEDIDA
Eloy Sánchez Rosillo.
El verano se acaba.
Parece que fue ayer cuando llegó de súbito
en su carro de oro.
.
Venía, jubiloso, por los campos
y a su paso las tierras se colmaban de espigas y de frutos.
.
Dispuso que las sombras se apartaran
del corazón del hombre y que creciera
la alegría en su pecho. Estaba todo
lleno de luz, de intensidad. Se hicieron
inmensas las mañanas, y las tardes
no terminaban nunca.
.
Daba la sensación de que el verano
iba a quedarse aquí ya para siempre.
Pero, mirad: se acaba.
.
Y nos parece ahora que fue breve en extremo
su prodigiosa estancia entre nosotros.
Mirad cómo se marcha: invicto, fulgurante,
se aleja por los campos en su carro de oro.
.
Los días, poco a poco, van menguando.
.
Y un indicio de otoño que hay en el aire dice
que es muy fugaz la dicha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario