Marcos, ¿A quién imponer la ceniza por el error de tu muerte? por el error de tantas muertes tempranas
El Uruguayo (afincado parisino) Laforgue también fué desprendido de esta vida tempranamente (26 años) y nos dejó su particular "tarde de Carnaval"
Soir de carnaval
Tarde de carnaval
Paris chahute au gaz. L'horloge comme un glas
París alborota bajo las farolas. El reloj cual fúnebre tañido
Sonne une heure. Chantez! dansez! la vie est brève,
da la una. ¡Cantad! ¡Bailad! Es breve la vida,
Tout est vain, - et, là-haut, voyez, la Lune rêve
todo es vano, -y, allá en lo alto, ved, la Luna sueña
Aussi froide qu'aux temps où l'Homme n'était pas.
tan fría como en los tiempos en que el Hombre no existía.
Ah! quel destin banal ! Tout miroite et puis passe,
¡Ah, que destino banal! Todo resplandece y luego pasa,
Nous leurrant d'infini par le Vrai, par l'Amour;
seduciéndonos de infinito con lo Verdadero, con el Amor,
Et nous irons ainsi, jusqu'à ce qu'à son tour
y así seguiremos, hasta que a su vez,
La terre crève aux cieux, sans laisser nulle trace.
sin dejar huella alguna, estalle la tierra en los cielos.
Où réveiller l'écho de tous ces cris, ces pleurs,
¿Dónde despertar el eco de todos esos gritos, de esos llantos,
Ces fanfares d'orgueil que l'Histoire nous nomme,
de esas charangas de orgullo que nos refiere la Historia,
Babylone, Memphis, Bénarès, Thèbes, Rome,
Babilonia, Menfis, Benarés, Tebas, Roma,
Ruines où le vent sème aujourd'hui des fleurs ?
ruinas sobre las que el viento hoy siembra flores?
Et moi, combien de jours me reste-t-il à vivre ?
Y a mí, ¿Cuántos días me quedan por vivir?
Et je me jette à terre, et je crie et frémis
¡Y me arrojo al suelo, y grito y me estremezco
Devant les siècles d'or pour jamais endormis
ante los siglos dorados para siempre dormidos
Dans le néant sans cœur dont nul dieu ne délivre!
en la nada sin corazón de la que ningún dios libera!
Et voici que j'entends, dans la paix de la nuit,
Hasta que de pronto escucho, en la paz nocturna,
Un pas sonore, un chant mélancolique et bête
un paso sonoro, un melancólico y estúpido canto
D'ouvrier ivre-mort qui revient de la fête
de obrero borracho sin remedio que torna de la fiesta
Et regagne au hasard quelque ignoble réduit.
y al azar entra en algún innoble reducto.
Oh! la vie est trop triste, incurablement triste!
¡Oh, qué triste, qué incurablemente triste es la vida!
Aux fêtes d'ici-bas, j'ai toujours sangloté :
en las fiestas de aquí abajo siempre he sollozado:
« Vanité, vanité, tout n'est que vanité! »
”vanidad, vanidad, todo es sólo vanidad!”
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