2 de marzo de 2009

ALENTAR por Dª. Ana María Santolaria


Quitos:

Ana -Sevilla- nos trae de su mano amiga y animosa a una señora, que como ella dice “es una niña preciosa, una amiga, una madre, un ser, digno de ser conocido, lleno de sabiduría y bondad) Dª Ana María Santolaria, que nos alienta con sus definiciones y comentarios del término “alentar”, que mas allá de la Real Academia (animar, infundir aliento o esfuerzo, dar vigor, respirar, mejorar. Convaleced o restablecerse de una “enfermedad”) nos ofrece ese mágico barniz de una dama que ha disfrutado de 87 primaveras y que aún sabe “alentar” a doloridos desconocidos.

Va por vosotras Ana´s sevillanas desde la gratitud de las almas doloridas y entristecidas que aún luchan por la vida y sus mágicos ingredientes.


ALENTAR

-Hermosa palabra que en el lugar donde he nacido, se escucha en momentos de intensa emoción y cuidado.

-Puede oírse en circunstancias de alegría, y hasta en días de éxito conseguidos esforzadamente.

-Encierra otra acepción, a modo de llamante apremio.

-Sea por tristeza súbita o dificultades de gran calado, se dice entonces:¡NO PUEDO ALENTAR!...

-Más aún: ALENTAR es alzarse por encima de contratiempos, desaliento o temores.

-ALENTAR es inundar los pulmones de aire puro de montaña.

-O descansando en serena meditación, en busca del frescor a la vera de un arroyo, tranquilo río, que se ha de hallar sosiego de cuerpo y espíritu.

-ALENTAR es sensación tan íntima y arraigada, que apenas sin percibirla, me acompaña.

-Entiendo que para bien de todos los míos y de amigos sentidos siempre cercanos, que valoro y amo.

-¡ALENTAR!...ALENTAR es pedir al cielo ánimo y energía, para continuar el camino que falta recorrer.

-ALENTAR es un compendio de alegrías mayores y generosos beneficios. Será también unidad de concordia, solidaridad. Olvido verdadero de minucias. Sí.

-Mente y corazón abiertos para quedar inmunes de aquello que ha podido entristecer, o herirnos el alma.

-ALENTAR es remontarse, volar alto ¡muy alto!,en la firme seguridad que ha de ir dirigido hacia los designios de DIOS, nuestro Creador.

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