23 de mayo de 2010

Emily Brontë (poetry)

Tumba en el mar

¿En dónde luce el sol más brillante
de las tardes del dulce estío?
¿En dónde cae la nieve mas fina
de los desolados cielos de diciembre?

¿En dónde puede el cansado posar su cabeza
y tenerla para siempre a salvo
en una tumba que nunca se cierra
a la sombra benigna de los cielos?

Sobre la tierra a la luz del sol de Primavera
la hierba crece verde y lozana,
pero debajo es medianoche,
medianoche eterna.

Desde el más tenue amanecer
hasta las sombras más densas de la tarde
no cesaran los lamentos.

Pero si llorar sobre su tumba
es un favor tan precioso
derrama tus lágrimas sobre las aguas del mar
y a el presto llegarán

y dime por qué tan bendito dormir
puede causar tan amargo dolor.

1 de mayo de 1843




Veo junto a mi los sepulcros grises
alargando su sombra a lo lejos.

Bajo el césped que mis pasos hollaron
están solos y en silencio los muertos;
bajo el césped, bajo el barro
para siempre obscuro, para siempre frío

Mis ojos no pueden contener las lágrimas
que acumula el recuerdo de años pasados;
porque el Tiempo, la Muerte y el dolor
abren heridas que nunca se cierran.

¡Dulce morada de luz! Tus bellos hijos
nada saben de nuestra desesperanza,
no lo han sentido, no pueden decir
qué moradores acosan el cuerpo mortal,
qué tétricos huéspedes dentro tenemos:
tormento y locura, lágrimas y pecado.

Está bien que ellos vivan en éxtasis
su larga y feliz eternidad,
no queremos traerlos a este mundo
a llorar con nosotros, con nosotros gemir.


(17 de julio de 1841)

1 comentario:

amparo dijo...

Decía Done que nadie duerme en la carretera que lo conduce de la cárcel al patíbulo, y que sin embargo todos dormimos desde la matriz hasta la sepultura.,
o no estamos enteramente despiertos.
Una de las misiones de la gran literatura:despertar al hombre que viaja hacía un patíbulo
Ernesto Sábato
El escritor y sus fantasmas.