19 de noviembre de 2008

mamá

El dolor que queda en el alma cuando un hijo muere,
queda estampado para siempre.
Nunca más se vuelve a ser la misma persona.
Continuas viviendo, pero con dolor,
aprendes a levantarte cada mañana con dolor,
a trabajar con dolor,
a reir con dolor.....
porque la vida sigue....
aunque quisiera que el mundo se detuviera, para llorar la muerte de mi hijo.

Cuando se mueren nuestros padres quedamos huérfanos, cuando es nuestro conyuge viudo o viuda, pero no existe palabra alguna que describa la muerte de un hijo.

El dolor nunca pasa, solo aprendemos a vivir con el.
El duelo de unos padres termina, con nuestra propia muerte.

Te quiero mucho Marcos.... mamá

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