Hoy, en Villa, recuerdo tardes de pim ball con tus amigos de aquí, revoloteando nerviosos ante la máquina y deseando que la bola de acero se colara al compañero, para correr turnos y volver, así, a sentir la adrenalina estallar.Puntuaciones al alza, la partida gratis (por lotería), la bola extra, y volver a empezar, la merienda, el sol a raudales, la bici naranja BH y tu chaleco marrón con camisa a rayas, vamos, hecho un country man. Quien te volviera a los 7 años.
Tiempos felices para todos.
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