1 de noviembre de 2011

Huerfandad generacional


Quizás no existiera, pero quiero seguir pensando-creyendo que es precisamente a esta edad cuando un hombre (padre e hijo) puede y debe disfrutar al máximo de la complicidad masculina con su padre, con un visionado de la vida varias generaciones atrás y voz de la experiencia y tambien compartir, incluso a tres bandas, vivencias, proyectos y fantasias de futuro con un hijo que navegaría por la juventud con un pie puesto en la madurez que impone el paso del tiempo.

Tiempo, espacio, materia, anti-materia, nanosegundos que hubieramos podido compartir si no me los hubieran arrebatado.

En estas fechas -cargadas- de difuntos, mi primer recuerdo y continua doble huerfandad es por y para vosotros.

1 comentario:

Santa dijo...

Habrá que vivir por uno mismo y por lo se quedaron sin vivir los que ya no están ¿no?

Un abrazo de elefante