andaba cercano a la Basílica de N. S. de Atocha en busca de Rincones Poéticos que ofrecer, y antes de llegar al Panteón de los Hombres Ilustres, fuí requerido a voces por una multitud infantil que gritaban- ¡¡ eh, señor !!
al mirarlos... :
- puede echarnos el balón... ...
una valla metálica de cuatro metros les separaba de la libertad, de la calle;
al acercarme a devolverles el esférico...
allí estabas tú con tus 9 años y en el patio del colegio.
- entre tantos miles de nombres de varón, ¿por qué tenía que ser el tuyo, Marcos el del dueño del balón que así lo rubricó (para evitar pérdidas innecesarias).
Sigues estando allá donde vaya.
Te queremos, hoy ya empieza el invierno y con el frío, el tecleo a nuestro blog re-comienza, una vez mas.
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