23 de junio de 2008

Ancia

Tocaste éste libro, quizás lo leiste completo,
lleva tu firma, tu nombre,
hasta sellaste los cantos plasmando tus iniciales (M.M.B.)
gracias al bachillerato
conociste a un extraño
un tal Blas de Otero.

VIVO Y MORTAL

Sé que hay estrellas, luminosos mares
de fuego,inhabitados paraísos,
cadenas de planetas,cielos lisos,
montañas que se yerguen como altares.

Sé que el mundo, la Tierra que yo piso,
tiene vida, la misma que me hace.
Pero sé que se muere si se nace,
y se nace ,¿por qué? , ¿por quién que quiso?

Nadie quiso nacer. Ni nadie quiere
morir .¿Por qué matar lo que prefiere
vivir?¿Por qué nacer lo que se ignora?

Solo está el hombre. El mundo, inmenso, gira.
Sobre su gozne virginal, suspira
lo que ,vivo y mortal, el hombre llora.
.
En una octavilla encajada entre sus páginas escribiste:
El autor expresa en estos sonetos: su angustia de ser hombre, tenerse que hacer preguntas de las cuales nadie tiene la respuesta, y el sólo tiene que ir provando sin saber, a donde le llevará la vida, o que ocurrirá...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desde Antonio 451 llegó esta aportación-comentario, GRACIAS PIRATA.

Imagino el silencio de quien lo (el poema, el blog...) escribe. Imagino cómo piensa y siente que sabe que sabe. Y que sabe todo esto.

Me detengo a pensar en su escritura y, sobre todo, en la manera lenta de reconocer su sabiduría (que ya es mucho saber de estrellas y cielos, de planetas y montaña, de nacimiento y de muerte).

¿Qué mas comentario que el que ya hizo el hijo, ignorante de su octavilla: "...tenerse que hacer preguntas de las cuales nadie tiene la respuesta, y el sólo tiene que ir provando sin saber, a donde le llevará la vida, o que ocurrirá...".

Tan solo que le faltó una be a su "provando" y una tilde a ese "donde" desasosegante y cierto.

Tal vez decir también que el hombre que encuentra la octavilla del hijo es el buen ladrón, ese que entra en una habitación que no es la suya... ¿O tal vez ya sí lo sea y es ahí donde vive?