28 de octubre de 2010

santos difuntos.



EL VIAJE DEFINITIVO

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto con su verde árbol,

y con su pozo blanco.


Todas las tardes el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.


Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostálgico.


Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido...


Y se quedarán los pájaros cantando.


(Juan Ramón Jiménez)

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