El don
El don excelso que de día en día
y de año en año de ti espero, oh vida
(por el cual, bien lo sabes, me fue dulce
incluso el llanto), todavía no llega.
En cada amanecer me digo: "Hoy",
y siempre he de decir en el crepúsculo:
"Será mañana". Mientras, fluye el río
de mi sangre escarlata hacia su fin.
Y acaso el solo don que puedas darme,
oh vida, sea esta sangre, este fluir
secreto por las venas, y el latido
del pulso, y ver la luz, y amarte tanto
únicamente porque eres la vida.
1 comentario:
Waau :O!
Publicar un comentario