29 de julio de 2008

Marcos, que gran suerte encontrar gente buena por nuestros caminos, verdad ?

Palabras de Julio Cruz y Hermida en la Real Academia de Medicina tras la Conferencia del Prof. Tamames (1/IV/08).

“Para los que conocemos poco el corazón, ni siquiera el propio, que solo da señales de vida cuando juega con señales de muerte, esta lección que nos ha dado el Profesor Tamames nos ha hecho ser menos ignorantes que cuando ha comenzado su conferencia hace pocos minutos.

Decía el viejo Pascal “Que el corazón tiene razones que la Razón desconoce”. Efectivamente el corazón tiene misterios embriológicos que la Razón, es decir, el conocimiento científico puede desconocer.

Ese corazón que nos acompaña durante toda nuestra vida –con mayor o menor fortuna para los usuarios- ha sido catalogado por los humanos como el rey de todos los órganos, y hacia él se han encaminado todas las reflexiones filosóficas.

Los filósofos hindúes aseguraban que de él dimanaba la alegría o la tristeza.
Los egipcios creían que en el corazón residía la inteligencia.
Los estoicos griegos pensaban que de él procedía la voz y la palabra.
Y los socráticos y escolásticos –que eran unos pelmazos- querían convencer a sus discípulos que el corazón era la fuente de la voluntad, el odio y el amor.

Sería interesante que profundos conocedores de la víscera cardiaca, como nuestro querido Santiago Tamames, nos dijeran algún día que las suposiciones de los antiguos sabios pudieran ser ciertas y que la voluntad, la tristeza o la alegría, se pudieran detectar en el electrocardiograma. También sería interesante que descubrieran que el corazón y el amor no es patrimonio de los cardiólogos, sino de los poetas, que en su dictamen clínico podrían escribir, como lo hizo Shakespeare en su día: “¡Oh amor todo poderoso, que en cierta manera conviertes a una bestia en hombre, y en cierta manera, también haces de un hombre una bestia!”
Reitero mi más sincera felicitación por todo lo que nos has enseñado.”
. . . . . . . . . . . . . . . . .
por mi parte, también yo, D. Julio, reitero mi sincero agradecimiento por las “pequeñas enseñanzas” que me ha ido transmitiendo en los ya más de 25 años que me honro en conocerle, tratarle y disfrutar de sus regalos literarios, dedicatorias e incluso hermanado abrazo. Gracias don Julio. (Félix)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debe ser duro perder a un hijo, yo familiarmente perdi a mi abuelo y ahora lo recuerdo cuando he leido que Marcos ya no esta con nosotros...

Me llegan muchas de las cosas que he leido en este blog... se nota el vinculo que os unia...

Marcos era mas que una fachada como muchas personas asi lo veian... me sorprendio bastante conocerle y ver que era mas que todo aquello de fama de discoteca.

Sin duda, una gran persona.

Mi mas sincero pesame.

Henry Marfrafe dijo...

gracias por tu aportación. Como padre no puedo decir mas "piropos" hacía Marcos. Solo citar al filósofo: LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS. gracias.